Cada vez más personas compartimos el siguiente diagnóstico: en la plandemia la mayor parte de los gobiernos y de los partidos políticos han estado bajo la servidumbre de la OMS y no de la salud y por eso estamos sufriendo sus graves consecuencias (extensión de la inoculación experimental génica, grave incremento de la mortalidad, la dictadura del Big Farma, etc.); los ataques del Estado Profundo se están extendiendo rápidamente a otros muchos ámbitos: la manipulación climática y la consiguiente destrucción progresiva de la agricultura y ganadería y el peligro de la privatización del agua; el plan para la desaparición del dinero físico; el permanente ataque a autónomos y pequeñas y medianas empresas (cada vez más impuestos, normativas, obstáculos, ticket bai, etc.); guerra provocada en Ucrania para poder enriquecerse ellos con la energía, armas…; técnicas de manipulación social por doquier con fines eugenésicos; robo sistemático al pueblo con la inflación e intereses bancarios; cada vez más peajes por usar carreteras ya pagadas; cada vez mayor dependencia hacia el estado para sobrevivir y por tanto menos libertad; cada vez el sistema de control social chino está más cerca…
Pero también hay muchas noticias positivas que no se pueden dejar de mencionar: el petrodólar está en vías de desaparición y en su lugar se está creando una alternativa de los BRICS que hará que el Estado Profundo tenga menos herramientas y dinero; la Agenda Negra 2030 se encuentra cada vez con más obstáculos; los medios de manipulación oficiales cada vez tienen menos seguidores; el nivel de conciencia del pueblo es cada vez mayor…
En este contexto hemos tenido unas elecciones, pronto serán las estatales y el año que viene las del Parlamento Vasco y las europeas. Como en dichas elecciones hay diferentes opciones (abstención, voto nulo o en blanco o votar a un partido o candidatura) estamos escuchando todo tipo de opiniones, pero echamos de menos la más importante: la posibilidad y la necesidad de crear nuevas formas de gobernar y de gestionar lo que tenemos en común.
En primer lugar, en lo que respecta a las elecciones municipales, forales y las de Nabarra que se celebraron en mayo, desde Stop + Auzokrazia creíamos que era mejor tener una actitud más activa que pasiva. De esa forma, quisimos hacer una aportación para ofrecer algo diferente. No se trata sólo de cómo presentarse a las elecciones, sino luego cómo se actúa. Por eso, creemos que hay que tener en cuenta todos los componentes de la Auzokrazia que funcionó en el pasado y que podría ser una alternativa para el futuro, es decir, el Batzarre, el Auzolan, el Comunal, el Derecho Consuetudinario y su Pase Foral y el Gizabidea o los principios. Si no nos basamos en nuestras leyes no podremos cambiar nada en las instituciones y por eso deberíamos recuperar el pase foral a las órdenes y leyes ajenas que perjudican al pueblo. Creemos que es la única forma de poder gobernar de abajo a arriba.
La Auzokrazia es un proyecto a largo plazo, difícil de hacer, pero no podemos quedarnos en el rechazo y por eso nos toca ofrecer nuevos caminos en todos los ámbitos y también en la forma de gobernar.
Es el momento de decir a la gente que debemos asumir nuestras responsabilidades, y no de decir que todo está podrido, que no hay nada que hacer y que no hay alternativas. No es tan difícil unir un grupo en cada localidad e impulsar un punto de encuentro de vecinos-as, comerciantes, empresas y asociaciones para, entre otras cosas, pedir información permanente al ayuntamiento para hacer un seguimiento adecuado; proteger los intereses de la ciudadanía; no permitir trampas en los presupuestos; aumentar la transparencia; pedir que la decisión de cómo gastar el presupuesto recaiga en la ciudadanía; de hacer frente a la agenda negra 2030: ciudades de 15 minutos, limitar las entradas de coches; etc. En este sentido, en septiembre realizaremos un curso para que tengamos las herramientas básicas que debemos conocer para llevar el control de la política.
Ahora vienen las elecciones estatales. Lo primero que queremos decir es que Auzokrazia no se presentará porque no hemos tenido tiempo de crear puntos de encuentro comarcales para empezar a hacer política de abajo a arriba. Y hemos priorizado la constitución de una base sólida: mejorar la formación, trabajar los instrumentos jurídico-económicos para hacer frente a lo que viene, etc.
Y como la gente se pregunta qué hacer solo se puede recomendar el sentido común: valorar lo que ha hecho cada partido hasta ahora, leer atentamente los programas para saber al menos luego lo que han hecho o han dejado de hacer, no dar importancia a los estereotipos que difunden los medios de comunicación que en su mayor parte los controla el sistema... Y lo importante es que el enfoque derecha-izquierda no nos despiste y analicemos más lo que hacen porque hasta ahora hemos visto que con unos y con otros, los ricos se están haciendo más ricos y la gente en general cada vez más pobre, por ejemplo, con la subida de carburantes, electricidad, intereses bancarios e impuestos los gobiernos han aumentado la pobreza en la población y los autónomos y empresas han perdido competitividad.
Lo importante más que las elecciones, que también lo son, es si estamos dispuestos a dedicar unas horas mensuales a la sociedad, a defender nuestros intereses, a controlar e ir sustituyendo a los que gobiernan por portavoces, a decir lo que no es políticamente correcto si es necesario. A dejar el egoísmo, la comodidad y la irresponsabilidad a un lado. Si no lo hacemos lo pagaremos caro.
Y para eso están los principios que debemos recuperar, sí o sí: el valor del trabajo, la responsabilidad, la confianza, el respeto, la rectitud … Tenemos un gran reto.